Irme del país no es algo que se me ocurrió de la nada, aún
así mientras más pasan los días más cuestiono mi decisión. Desde que
estaba en el colegio soñaba muy ilusionada con vivir en New York o Londres, más que todo
soñaba con una pizca de la independencia que eso me podría traer y estoy a
punto de probarla.
Las razones
La principal razón por la que tomé esta decisión fue porque
necesito un gran cambio en mi vida en muchos aspectos, quiero encontrarme a mí
misma, vivir nuevas experiencias y saber realmente que es lo quiero en un
futuro, puesto que ahora no lo tengo muy claro.
No crean que todo es tan emocional y filosófico, no quisiera clasificar este ultimo
año como malo pero lo ha sido, solamente teniendo dos trabajos he podido
llegar al punto en el que hoy estoy, tomen en cuenta que no me he dado gustos,
no tengo hijos ni créditos por pagar, esa es la vida del joven
venezolano, una vida sin planes a futuro. Toda la situación del país me tiene
al borde, tanto así que ahora he caído hasta en la indiferencia que tanto
critiqué y quiero escapar al menos por un tiempo de esa realidad.
Le
podemos sumar al asunto las razones que hicieron que mi mamá me apoyara,
aprender ingles avanzado es una prioridad para buscar mejores oportunidades,
ponerme a prueba fuera de mi zona de confort, menos posibilidades de que me
asesinen y el placer de viajar.
Las
reacciones
Contar
mi intención de irme ha ocasionado diversos tipos de reacciones, yo me voy sin planes de
estudiar en Harvard, sin un trabajo en la NASA y sin conocer a nadie, eso
origina una vibración extraña en la gente tipo "esita, se va a pasar
roncha"(maybe), también está la infaltable actitud de "Si te vas del
país no vuelvas, apatrida" de muchos, eso me hace pensar que hay personas
con mentes tan cerradas que es eso lo que las atrapa más que una frontera. Sólo
tengo que agregar que mi mañana es Venezuela. Y sí, me voy asumiendo el
riesgo de que en un mes me quiera regresar, aún así valdría la pena,
porque yo soy de esas personas que miles de veces prefiere arrepentirse por
hacer que por no hacer nada. Esa actitud me ha traído cosas buenas y otras
tantas muy malas, pero no soporto la idea de vivir con el "¿qué habría
pasado si...?".
Lo banal
Por
otro lado, mi mente también está llena de preocupaciones igual de importantes, como el
invierno, la ropa que voy a dejar y que el viento no me lleve. También a qué
conciertos voy a ir y cuales tengo que dejar pasar, cuanto tiempo pasará hasta
que tenga sexo o cree una amistad.
Como
les conté cuando retomé el blog, el plan es documentar la experiencia y no
perder ningún detalle.
Seguiremos
informando.
Cel.
Hannsi, Tienda de artesanias en El Hatillo |
Las botas me hacen ver mega enana, but I dont care, I love it |
El highlight del sábado por la noche, empanadas de caraota con queso |
Y las buenas reacciones? Los panas que emigraron y ahora te cuentan todo y te llenan de consejos? Las despedidas hermosas y la gente consintiendote demasiado?
ResponderEliminarNo dejes por fuera las buenas vibras que también le aportan a este viaje.
Desde ya enganchada para leer tus aventuras.
Besos de Solera